Este es el primer elemento, que condiciona de alguna forma todos los otros aspectos de la fiesta. La elección del escenario que acogerá vuestra boda y las emociones de un día tan importante es una prioridad. Lo ideal es que junto con tu pareja puedas imaginar el lugar ideal y luego buscar un sitio que corresponda a vuestras exigencias. No es lo mismo llevar un vestido formal y elegante en un escenario de playa, en un castillo antiguo o en un moderno hotel de lujo, ¿estáis de acuerdo?